En cuanto a su capacidad química:
Liberación lenta de nutrientes esenciales: calcio, magnesio, potasio y fósforo.
Aumenta el pH y E.C de los suelos ácidos.
Aumenta la capacidad de intercambio catiónicos (CIC).
Aporta amonio en la zona radicular fortaleciendo el crecimiento de raíces.
En cuanto a su capacidad física:
Aumenta la capacidad de retención de agua y humedad en macetas.
Mejora la estructura del suelo.
Aumenta el vigor y salud de las plantas.