La germinación es la primera etapa del desarrollo de la planta y el primer paso para cultivar comenzando desde una semilla (también podemos comenzar desde un esqueje, pero esto será un tema que abarcaremos en otro post), y aunque no sea algo difícil o que requiera mucho costo ni mucho menos tiempo, siempre queremos aumentar las probabilidades de que esa semilla, que seguro mucho nos costó conseguir, empiece a crecer. En este post encontrarás la información necesaria para lograr con éxito la germinación de las semillas de marihuana. Para esto, debemos tener en cuenta 5 factores:
1. Calidad de la semilla
Tanto las semillas regulares, como las feminizadas o las autoflorecientes, pueden encontrarse en mal estado, es decir, que la semilla tendra bajas o nulas probabilidades de desarrollarse, y esto en la mayoría de los casos se puede producir por problemas genéticos, por una pronta recolección, o por un almacenaje indebido. Generalmente, los bancos de semillas aseguran un alto porcentaje de germinación debido a una serie de controles y medidas que toman para la clasificación y conservación de las semillas.
Si tu semilla fue adquirida en un banco, podes estar más tranquilx, pero si este no fuera el caso, deberías saber algunas de las principales características de una buena semilla
- Color: debe ser marron ligeramente oscuro o claro. Si es verde, falta maduración
- Consistencia: podemos apretarlas suavemente con las yemas de los dedos índice y pulgar para ver que no esten blandas.
- Tamaño: suelen ser de 2 a 3 cm y varían dependiendo la genética
- Forma: son redondeadas y parecidas a un limón (ponele)
2. Humedad
La humedad del ambiente donde queramos poner a crecer la semilla deberá ser elevada, ya que el agua es lo que activa el proceso. Es importante que el pH del agua de riego ronde en los 6.
Aunque no sea estrictamente necesario, se puede utilizar enraizantes en el agua de germinación. De hecho algunxs cultivadores emplean como líquido para germinar, una mezcla de agua con algunas gotas de agua oxigenada para aportar mayor oxígeno y prevenir hongos.
3. Temperatura
La temperatura del entorno debería ser superior a los 25 grados, mientras que en el caso del agua debería ser cercana a los 22°C.
Para esto es ideal situar nuestro germinador en un lugar cálido sin que reciba luz directa.
4. Oscuridad
Al igual que las raíces, la radícula (órgano del embrión que primero sale de la semilla) es muy sensible a la luz.
En caso de querer dejarlo a la luz para aprovechar el calor, asegurate de cubrír el recipiente con una tela o cualquier otro material que mantenga en la oscuridad a las semillas
5. Oxígeno
Por último pero no menos importante, se debe abrir el germinador periodicamente(15 minutos al día) para permitir el recambio de aire y así aportar oxígeno.
Esperamos que este artículo les sea de ayuda y lxs invitamos a que nos dejen sus dudas, aportes, agradecimientos o cualquier otro comentario abajo.